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CIVILIZACION ANTIGUA

martes, 17 de julio de 2012

MEDICINA ÁRABE

La medicina árabe fue un nexo de unión entre la sabiduría del mundo clásico y la medicina del Renacimiento. Los antiguos textos clásicos, perdidos para los médicos occidentales, eran conocidos y fueron transmitidos por los árabes. Hunayn ibn Ishaq, médico y traductor, fue uno de estos médicos, particularmente célebre por sus traducciones de Galeno.

El uso del yeso en el siglo X fue un avance significativo. Con la adicción de agua a un polvo de sulfato cálcico deshidratado se producía un material sólido. Se atribuye a Rhazés (850-923 d.C.), médico persa, la utilización del yeso por primera vez en medicina, en su tratado médico "Hawi". Otro persa, Abu Mansur Muwaffak describió la colocación de yesos para fracturas y otras lesiones óseas de los miembros.


Entre los más importantes cirujanos árabes de la época se encuentra Abulcasis (936-1013 d.C.), nacido en Al Zahra, a cinco kilómetros de Córdoba, autor de un tratado de medicina en treinta tomos (figura 5: Abulcasis, miniatura medieval). En los capítulos dedicados a la cirugía describe entre otros procedimientos el tratamiento de las fracturas, las amputaciones y la ligadura de las arterias. En lo que se refiere a las fracturas y luxaciones Abulcasis recoge la tradición hipocrático-galénica, aunque realiza algunas aportaciones propias. Es especialmente relevante la descripción que hace de la utilización de férulas acolchadas y numerosos tipos de vendajes. Utiliza vendajes fenestrados en el caso de fracturas complicadas. También utiliza el yeso en el tratamiento de las fracturas. Abulcasis describe un método novedoso para el tratamiento de las fracturas del pubis en mujeres, intentando evitar la deformidad secundaria que podría originar lesiones durante el parto. Para su reducción introduce en la vagina de la paciente una vejiga de cordero que posteriormente hinchaba hasta conseguir una alineación adecuada de los fragmentos.

Avicena (980-1073 d.C.) fue uno de los más prestigiosos médicos árabes. Escribió el "Canon de la Medicina", tratado en cinco tomos en el que trata desde la anatomía y la fisiología hasta las enfermedades de distintos órganos y aparatos, así como la galénica, combinando en un tratado todo el saber médico de la época. El Canon es uno de los textos más importantes de la historia de la medicina. Así mismo describe, ayudándose de ilustraciones, numerosos instrumentos quirúrgicos.

La medicina islámica alcanzó un gran desarrollo comparada con la occidental, y supo mantener los principos médicos y filosóficos grecolatinos; sin embargo, la cirugía fue despreciada, por su inseguridad y escasa eficacia.

CIVILIZACION ANTIGUA

MEDICINA ÁRABE

La medicina árabe fue un nexo de unión entre la sabiduría del mundo clásico y la medicina del Renacimiento. Los antiguos textos clásicos, perdidos para los médicos occidentales, eran conocidos y fueron transmitidos por los árabes. Hunayn ibn Ishaq, médico y traductor, fue uno de estos médicos, particularmente célebre por sus traducciones de Galeno.

El uso del yeso en el siglo X fue un avance significativo. Con la adicción de agua a un polvo de sulfato cálcico deshidratado se producía un material sólido. Se atribuye a Rhazés (850-923 d.C.), médico persa, la utilización del yeso por primera vez en medicina, en su tratado médico "Hawi". Otro persa, Abu Mansur Muwaffak describió la colocación de yesos para fracturas y otras lesiones óseas de los miembros.


Entre los más importantes cirujanos árabes de la época se encuentra Abulcasis (936-1013 d.C.), nacido en Al Zahra, a cinco kilómetros de Córdoba, autor de un tratado de medicina en treinta tomos (figura 5: Abulcasis, miniatura medieval). En los capítulos dedicados a la cirugía describe entre otros procedimientos el tratamiento de las fracturas, las amputaciones y la ligadura de las arterias. En lo que se refiere a las fracturas y luxaciones Abulcasis recoge la tradición hipocrático-galénica, aunque realiza algunas aportaciones propias. Es especialmente relevante la descripción que hace de la utilización de férulas acolchadas y numerosos tipos de vendajes. Utiliza vendajes fenestrados en el caso de fracturas complicadas. También utiliza el yeso en el tratamiento de las fracturas. Abulcasis describe un método novedoso para el tratamiento de las fracturas del pubis en mujeres, intentando evitar la deformidad secundaria que podría originar lesiones durante el parto. Para su reducción introduce en la vagina de la paciente una vejiga de cordero que posteriormente hinchaba hasta conseguir una alineación adecuada de los fragmentos.

Avicena (980-1073 d.C.) fue uno de los más prestigiosos médicos árabes. Escribió el "Canon de la Medicina", tratado en cinco tomos en el que trata desde la anatomía y la fisiología hasta las enfermedades de distintos órganos y aparatos, así como la galénica, combinando en un tratado todo el saber médico de la época. El Canon es uno de los textos más importantes de la historia de la medicina. Así mismo describe, ayudándose de ilustraciones, numerosos instrumentos quirúrgicos.

La medicina islámica alcanzó un gran desarrollo comparada con la occidental, y supo mantener los principos médicos y filosóficos grecolatinos; sin embargo, la cirugía fue despreciada, por su inseguridad y escasa eficacia.

CIVILIZACION ANTIGUA

GRECIA

Los Antiguos Griegos pueden ser considerados como los primeros en utilizar una concepción científica del mundo. También fueron los primeros en describir en detalle su historia y progresos. El mismo Homero (800 a.C.), en su relato de la guerra de Troya, nos permite comprender el conocimiento de las lesiones en esa época y su tratamiento. La Ilíada también contiene referencias a varias deformidades musuloesqueléticas. Homero utilizó un léxico anatómico de unas 150 palabras (esqueleto –óstea-, vértebras –sphondylioi-, clavícula –kleis-, cavidad cotiloidea –kotyle-, rodilla –gony-, tendón –tenenon-, espalda –rakhis-, etc). En la Ilíada describe 147 heridas, 21 de ellas en las extremidades.

Hipócrates (Cos 460-370 a.C.) es conocido por haber otorgado a la medicina una metodología sistemática y científica y por haber definido por vez primera la posición y el papel del médico en la sociedad. Se han atribuído a Hipócrates 53 libros, que reunidos forman lo que se conoce como el Corpus Hippocraticum. No todas las obras del Corpus Hippocraticum son originales, perteneciendo muchas de ellas a sus discípulos. Entre las que se considera que son originales de Hipócrates destacan: "Sobre las articulaciones" -peri arthron-, "Sobre las fracturas" -peri agmon- y "Palanca" -mokhlikós-.


Hipócrates (figura 3: representación según un artista bizantino del siglo XIV; Biblioteca Nacional, Paris) en el libro "La Cirugía", aparte de las técnicas quirúrgicas, especifica otros detalles como operar siempre con buena luz y en posición cómoda que permita dominar el campo, e inclusive pone atención al cuidado de las uñas del cirujano; enumera los tipos de vendajes para cada intervención y los modos de contener las hemorragias.

En "Sobre fracturas" introdujo las técnicas de tracción contínua, la inmovilización con férulas, la compresión progresiva con vendajes que permitían la extensión y contraextensión de los miembros, aparte de describir de forma específica distintos tipos de fracturas y su periodo de consolidación. El tratado "Sobre articulaciones" es el más extenso; describe la luxación del hombro junto con varios métodos utilizados para su reducción. También se describe la reducción de las luxaciones de las articulaciones acromioclavicular, temporomandibular, rodilla, cadera y codo. También se describen las luxaciones congénitas y las causas de las recidivas después de la reducción.

En "La Palanca" introduce ciertas bases anatómicas sobre huesos y articulaciones y repite las normas para reducir fracturas y luxaciones. El título del libro (La Palanca) hace referencia a la mesa utilizada para reducir las fracturas y deformaciones de la columna vertebral ("scamnum"). Es de destacar que en este tratado se hace mención específica a la relación existente entre gibosidad vertebral y tuberculosis pulmonar. Con excepción de la osteología que se resume en este libro, el conocimiento anatómico de Hipócrates fue, en el mejor de los casos, elemental. Solamente se describen con cierto detalle algunas articulaciones y algunos grupos musculares de brazo y pierna.

En los escritos hipocráticos de carácter quirúrgico abundan las anotaciones sobre el material quirúrgico empleado en las operaciones (cuchillos de bronce, ligaduras, sondas de cobre y plomo, etc). Se describen también los tipos de vendajes, el orden en que debían ser aplicados y renovados en el tratamiento de heridas, luxaciones y fracturas, y algunos aparatos de madera (banco de Hipócrates) utilizados en el tratamiento de estas lesiones.

El tratamiento de las fracturas busca la reparación de la integridad anatómica mediante la reducción y la inmovilización de la parte afectada; el vendaje inicial debía ser cambiado al tercero y séptimo días, cuando disminuía la inflamación, para reajustar la presión de las vendas, calculándose el tiempo medio de consolidación en unos treinta días. Hipócrates pone énfasis especial en las fracturas abiertas, en aquéllas con pérdida de fragmentos y en sus complicaciones. Las fracturas abiertas las trataba con pez, pomadas y compresas de vino sin vendajes apretados. Hipócrates conocía los principios de la tracción y contra-tracción y desarrolló férulas especiales para las fracturas de tibia. Según describió Monro, entre los primeros métodos para estabilizar los huesos fracturados se encuentran las vendas impregnadas con resinas, cauchos y ceras según describía Hipócrates.

Debido a sus detalles, se puede suponer que Hipócrates tuvo una amplia experiencia práctica en el tratamiento de estas lesiones. Presentó los cinco conceptos del tratamiento de las fracturas -antisepsia, vendaje, reducción, entablillado y tracción- que suplementarían o reforzarían los "poderes curativos de la naturaleza" ("vix medicatrix") que era considerada la base fundamental del tratamiento médico. En sus escritos se recogen también anotaciones de ortopedia pediátrica (entre otros, describe la corrección del pie zambo).

A pesar de esta riqueza de aportaciones al campo de la Traumatología y Cirugía Ortopédica, el logro más significativo de Hipócrates, aceptado por todos los historiadores, fue separar la medicina de la religión y la filosofia. Sus observaciones clínicas condujeron a la fundación del método científico en medicina. Pese a la escasez de datos anatómicos y fisiológicos, la escuela de Hipócrates edificó una verdadera Patología, basada en la investigación descriptiva consistente en el examen sistemático del enfermo y una inquisición de todos los factores que podían llevar a un pronóstico.

CIVILIZACION ANTIGUA

GRECIA

Los Antiguos Griegos pueden ser considerados como los primeros en utilizar una concepción científica del mundo. También fueron los primeros en describir en detalle su historia y progresos. El mismo Homero (800 a.C.), en su relato de la guerra de Troya, nos permite comprender el conocimiento de las lesiones en esa época y su tratamiento. La Ilíada también contiene referencias a varias deformidades musuloesqueléticas. Homero utilizó un léxico anatómico de unas 150 palabras (esqueleto –óstea-, vértebras –sphondylioi-, clavícula –kleis-, cavidad cotiloidea –kotyle-, rodilla –gony-, tendón –tenenon-, espalda –rakhis-, etc). En la Ilíada describe 147 heridas, 21 de ellas en las extremidades.

Hipócrates (Cos 460-370 a.C.) es conocido por haber otorgado a la medicina una metodología sistemática y científica y por haber definido por vez primera la posición y el papel del médico en la sociedad. Se han atribuído a Hipócrates 53 libros, que reunidos forman lo que se conoce como el Corpus Hippocraticum. No todas las obras del Corpus Hippocraticum son originales, perteneciendo muchas de ellas a sus discípulos. Entre las que se considera que son originales de Hipócrates destacan: "Sobre las articulaciones" -peri arthron-, "Sobre las fracturas" -peri agmon- y "Palanca" -mokhlikós-.


Hipócrates (figura 3: representación según un artista bizantino del siglo XIV; Biblioteca Nacional, Paris) en el libro "La Cirugía", aparte de las técnicas quirúrgicas, especifica otros detalles como operar siempre con buena luz y en posición cómoda que permita dominar el campo, e inclusive pone atención al cuidado de las uñas del cirujano; enumera los tipos de vendajes para cada intervención y los modos de contener las hemorragias.

En "Sobre fracturas" introdujo las técnicas de tracción contínua, la inmovilización con férulas, la compresión progresiva con vendajes que permitían la extensión y contraextensión de los miembros, aparte de describir de forma específica distintos tipos de fracturas y su periodo de consolidación. El tratado "Sobre articulaciones" es el más extenso; describe la luxación del hombro junto con varios métodos utilizados para su reducción. También se describe la reducción de las luxaciones de las articulaciones acromioclavicular, temporomandibular, rodilla, cadera y codo. También se describen las luxaciones congénitas y las causas de las recidivas después de la reducción.

En "La Palanca" introduce ciertas bases anatómicas sobre huesos y articulaciones y repite las normas para reducir fracturas y luxaciones. El título del libro (La Palanca) hace referencia a la mesa utilizada para reducir las fracturas y deformaciones de la columna vertebral ("scamnum"). Es de destacar que en este tratado se hace mención específica a la relación existente entre gibosidad vertebral y tuberculosis pulmonar. Con excepción de la osteología que se resume en este libro, el conocimiento anatómico de Hipócrates fue, en el mejor de los casos, elemental. Solamente se describen con cierto detalle algunas articulaciones y algunos grupos musculares de brazo y pierna.

En los escritos hipocráticos de carácter quirúrgico abundan las anotaciones sobre el material quirúrgico empleado en las operaciones (cuchillos de bronce, ligaduras, sondas de cobre y plomo, etc). Se describen también los tipos de vendajes, el orden en que debían ser aplicados y renovados en el tratamiento de heridas, luxaciones y fracturas, y algunos aparatos de madera (banco de Hipócrates) utilizados en el tratamiento de estas lesiones.

El tratamiento de las fracturas busca la reparación de la integridad anatómica mediante la reducción y la inmovilización de la parte afectada; el vendaje inicial debía ser cambiado al tercero y séptimo días, cuando disminuía la inflamación, para reajustar la presión de las vendas, calculándose el tiempo medio de consolidación en unos treinta días. Hipócrates pone énfasis especial en las fracturas abiertas, en aquéllas con pérdida de fragmentos y en sus complicaciones. Las fracturas abiertas las trataba con pez, pomadas y compresas de vino sin vendajes apretados. Hipócrates conocía los principios de la tracción y contra-tracción y desarrolló férulas especiales para las fracturas de tibia. Según describió Monro, entre los primeros métodos para estabilizar los huesos fracturados se encuentran las vendas impregnadas con resinas, cauchos y ceras según describía Hipócrates.

Debido a sus detalles, se puede suponer que Hipócrates tuvo una amplia experiencia práctica en el tratamiento de estas lesiones. Presentó los cinco conceptos del tratamiento de las fracturas -antisepsia, vendaje, reducción, entablillado y tracción- que suplementarían o reforzarían los "poderes curativos de la naturaleza" ("vix medicatrix") que era considerada la base fundamental del tratamiento médico. En sus escritos se recogen también anotaciones de ortopedia pediátrica (entre otros, describe la corrección del pie zambo).

A pesar de esta riqueza de aportaciones al campo de la Traumatología y Cirugía Ortopédica, el logro más significativo de Hipócrates, aceptado por todos los historiadores, fue separar la medicina de la religión y la filosofia. Sus observaciones clínicas condujeron a la fundación del método científico en medicina. Pese a la escasez de datos anatómicos y fisiológicos, la escuela de Hipócrates edificó una verdadera Patología, basada en la investigación descriptiva consistente en el examen sistemático del enfermo y una inquisición de todos los factores que podían llevar a un pronóstico.

CIVILIZACIONES ANTIGUAS

CIVILIZACION ANTIGUA
Los primeros testimonios escritos referentes a la práctica de la medicina se hallan en Mesopotamia, alrededor del año 3000 a.C. A partir de este momento se produce en la cuenca del Mediterráneo el florecimiento, interacción y ocaso sucesivos de numerosas culturas, siendo ésta una época en la que las ciencias y las artes alcanzaron un desarrollo paralelo a los logros económicos y políticos de las distintas culturas. De forma paralela se desarrollaron otras culturas en regiones muy alejadas (China, India ...). Aunque prácticamente todas las culturas han realizado aportaciones a la ciencia médica, en la presente revisión nos vamos a referir de forma exclusiva a las culturas de nuestro entorno geográfico y a la historia de la cirugía occidental.

EL ANTIGUO EGIPTO


Los cuerpos momificados, pinturas murales y jeroglíficos, nos han mostrado que los antiguos egipcios sufrían las mismas afecciones que padecemos hoy en día. También nos han enseñado algunas de las prácticas ortopédicas de aquella época. Se han hallado férulas en momias, fabricadas con bambú, caña, madera o cortezas de árboles y almohadilladas con lienzo. Asimismo existen pruebas del uso de muletas, siendo el testimonio más antiguo del uso de una muleta un grabado realizado en el año 2.830 a.C. en la entrada de la tumba de Hirkouf (figura 2: Escena de la XVIII dinastía: hombre jóven con poliomielitis apoyado sobre un báculo, Colección Carlsberg, Copenhague).

Por otra parte, en varios papiros médicos del Antiguo Egipto, Ramesseum (1900 a.C.), Kahoum (1850 a.C.) y fundamentalmente en los papiros de Ebers, de Hearts y de Edwin Smith (1600 a.C.), se encuentran citas sobre prácticas relacionadas con las lesiones musculoesqueléticas. En el papiro de Ebers (1500 a.C.) se hace referencia a distintos tipos de reumatismos. El papiro de Hearts (1550 a.C.) ofrece varios casos clínicos con detalles sobre fracturas de miembros y mordeduras ponzoñosas.

Quizás la principal fuente de nuestro conocimiento sobre las prácticas de los antiguos egipcios proceda de un papiro, robado de una tumba en 1.862. Posteriormente ese papiro fue vendido a un egiptólogo americano llamado Edwin Smith, por lo que se le conoce como el papiro de Edwin Smith. Está redactado en escritura hierática y su autor es desconocido, pero se piensa que fue Imhotep, médico, arquitecto, astrólogo y primer ministro. El papiro describe 48 casos clínicos de traumatismos y comentarios sobre su tratamiento y pronóstico, incluyendo la reducción de una luxación de mandíbula, los signos de lesiones espinales, el tratamiento de una fractura de clavícula así como los signos y tratamiento de otras fracturas.

biografia

HOLA AMIGOS DE BLOGGER YO ME LLAMO JOSE Y MIS PADRES SE LLAMAN: MADRE- MARIA EUGENIA PALACIO Y MI PADRE- VICTOR MANUEL CANO.
Y PUES BUENO Q LES DIGO YO ME CARACTERIZO POR SER UNA PERSONA ALEGRE, SIMPATICO,AMABLE EN ALGUNOS CASOS.
YO VIVO EN LA ESTRELLA(PUEBLO VIEJO)
YO ESTOY EN EL GRADO (8 OCTAVO) ESTUDIO EN LA ANA EVA ESCOBAR GONZALES
MIS PADRES LOS ADORO TAMBIEN CREEO O ETOY SEGURO Q ELLOS TAMBIEN ME ADORAN YN PUES NADA ESTE ES MI BLOG TAMBIEN TENGO HERMANOS 3 Q ME QUIEREN COMO YO LOS QUIERO.

RAP

lunes, 16 de abril de 2012